
Nuevo Normal
2021, en medio de una pandemia que cambió la forma de vivir de todos.
Asustada, paranoica, aburrida, confundida, harta y totalmente adoctrinada.
Tenía tiempo buscando respuestas a mi repentina pérdida de peso.
Mis rodillas no funcionaban igual.
¿Será que corrí demasiado?
¿Será que las dañé haciendo Crossfit?
Mi color de piel era casi morado.
Mi amiga la sarcástica, que tenía tiempo sin ver, me vio un día y dijo:
"Pareces un niño muerto de hambre de Somalia".
Siempre he sido realista… mi amiga tenía razón.
Angelina Yo-Quién?
Aquella boca carnosa que en algunos círculos me dio el apodo de “Angelina Jolie”
Estaba cada vez menos exuberante.
Tenía clientes cirujanos plásticos.
Mis allegados pensaban que me había hecho rinoplastia.
Mi nariz estaba fina y pequeña… pero no importa, siempre pensé que era demasiado grande.
Me refugiaba en la alegría de tener la nariz que siempre quise,
Para esconder la inseguridad de un rostro y un cuerpo que cambió radicalmente, sin razón aparente.
Mis senos doble D desaparecían.
La barriguita que siempre odié, también.
Mis buches se fueron.
Tenía hoyos en las mejillas, mi nariz parecía hecha y mis dientes y encías eran cada vez más pronunciados.
Superstar!
Suerte la mía… en Hollywood, esta nueva cara se estaba poniendo de moda.
Se empezaba a escuchar rumores de Ozempic.
Whatever… total, nadie me reconocía en la calle.
La fusión de la máscara obligatoria con esta delgadez,
Me ayudaban a pasar desapercibida en el súper, el banco, el restaurante, eventos familiares…
Recuerdo las veces que me topé con viejos amigos y no me reconocían.
Se sorprendían cuando decía que era yo…
Pensaba: “Seguro va a creer que estoy en drogas o que estoy en Ozempic”.
Soy muy atípica, sé que la gente espera cualquier cosa rara de mí.
Trabajaba con muchos doctores.
Ninguno supo darme una razón para tan radical cambio.
Solo pensaba, corrí demasiado y me jodí.
Era adicta a correr.
Aprendí a sentir libertad real entre los árboles del Mirador Sur.
Hice una biopsia de algo que me salió en el seno.
Guelita murió de cáncer de mama.
La prueba salió negativa.
Sin Juicio
Tenía un cliente dentista,
Le expresé las inseguridades que tenía con mis dientes,
Llegamos a la conclusión de que había que sacarme las muelas del juicio,
Porque probablemente me estaban empujando los dientes hacia adelante…
Procedí con la cirugía… el doctor dijo que nunca había pasado tanto trabajo sacando unas muelas.
No querían salir, mis encías aparentemente eran muy duras.
Más adelante descubrí que el problema no eran mis dientes,
El problema era mi boca, cada vez más pequeña…
cada vez más arrugada.
Todo lo que tocaba dolía.
Cualquier objeto era potencialmente peligroso para mi piel.
Me cortaba de pensar en el filo de un papel.
Siempre sentía frío.
Cuando todo el mundo tenía calor… yo tenía frío.
Lo aguantaba,
lo manejaba.
Soy fuerte.
Mis manos en ocasiones se tornaban moradas.
Tenía años que veía normal tener las manos moradas.
Tenía años sintiendo que las manos y pies se iban a despegar de mi cuerpo.
Por lo general, sucedía cuando viajaba,
Pasaba cuando corría en Boston, en Winona, en Chicago…
Pensaba que la razón era solo el clima, más frío de lo que acostumbro.
Pensaba que era lógico y normal.
También sucedía en oficinas;
lo aguantaba.
Soy fuerte.
Mis dedos, mis dedos estaban raros.
Mis dedos estaban diferentes.
Repito: ¡Soy fuerte!
Mi estómago no era el mismo.
Incontables fueron los días y noches que pasé abrazada al inodoro…
Horas infinitas,
con un dolor tan fuerte que pensaba que el estómago se iba a romper.
Siempre he estado lista para morir.
No le tengo miedo a la muerte.
Esperaba sacar todo lo que me estaba haciendo daño, por boca y ano.
Esperaba a que pasara.
Aguantaba.
Soy fuerte.
Nunca fui a emergencias.
Nadie tiene tiempo para ir a emergencias.
Tenía mucho trabajo.
Además… las emergencias estaban llenas de pacientes virales.
Estamos en medio de una pandemia.
Aguanto.
Soy fuerte.
Mi esófago… sentía que la comida no pasaba.
Sentía que cada vez era más pequeño.
Era difícil disfrutar de una de las cosas que más amo: comer.
Me comuniqué con varios doctores.
En una ocasión… hasta me recomendaron hacer un tratamiento para la sarna.
No funcionó, pues no tenía sarna.
Es lo que hay
Me acostumbré a vivir así, en medio de una puta pandemia.
Todo era complicado.
Todo era diferente.
Nada era seguro.
Siempre tuve una hermosa y larga melena oscura.
Empecé a llevar el pelo corto por primera vez.
No conocía a la persona en el espejo.
¿Quién carajo es esa? ¡Qué fea!…
Pero qué nariz tan linda.
Siempre fui un tanto superficial.
Quería que todo siguiese siendo igual.
Igual al 2 de febrero del 2020,
Cuando Shakira y JLo hicieron el concierto de cierre de la vida “normal”.
Como cuando mi mayor preocupación era el próximo coro.
Un Ángel
Un día surgieron planes de ir a Puerto Plata…
Y en la playa conocí un ángel, que de solo verme sabía.
Un ángel que me dio luz.
Un ángel que conocía mi boca, mi nariz, el color y la textura de mi piel.
Un ángel que conocía mis dientes.
Un ángel que conocía mis dedos.
Un ángel que entendía mi delgadez.
Un ángel que por fin tenía una explicación lógica para este cambio físico.
Un ángel que salvó mis rodillas,
Un ángel que sin buscarlo, también salvó mi mente.
Un ángel que me empujó a renacer.
© 2024 An Guzmán
