
Mi amiga es muy especial,
los doctores dicen que tiene
un problema mental,
que con una pastilla podrá ser normal.
Me llamó una noche en manía,
su mente buscaba purgar;
sus palabras serían su medio,
no paraba ni un segundo de hablar.
Mi amiga pidió disculpas,
pues no lo podía controlar.
Pero un ave no pide perdón
cuando aprende y empieza a volar.
Yo digo que mi amiga es genial,
que no encaja en un mundo ordinario,
que juzga y suprime
lo que considera "anormal".
Si mi amiga supiese
el valor de su mente,
no cortaría sus alas
con píldoras ineficientes.
En un mundo de gente corriente,
agradezco y elegiré siempre
el privilegio exclusivo
de disfrutarla atentamente.
© 2024 An Guzmán