Veneno en el estante

El don

Piel colgando de su cuello viejo.
Bultos en sus ojos dulces.
Pelo blanco, igual que su piel.

Chaparrito y regordete.
Deditos gruesos y resecos.
Sonrisa amable e ingenua.

Indistinguiblemente Cibaeño,
Y para el ojo con experiencia:
Indistinguiblemente diabético.

Mi abuelo murió con un solo pie.

Perdido

Lo veía buscar, perdido, en la parte inferior de la nevera,
Ahí donde yo jamás asomaría,
Donde están las diferentes marcas de margarina.

¿Cuál tiene mejor sabor?
¿Cuál tiene más colesterol?
¿Cuál tiene menos?
¿Cuál es más saludable?
Murmuraba el don.

Para el ojo con experiencia,
La diabetes se reconoce a leguas.

Mi tía solo tiene un riñón.

Veneno

Finalmente me preguntó,
Y terminó con mi minuto de ansiedad.

“Mi don,
¿Por qué no compra mejor mantequilla?
Tome esta:
Lea los ingredientes.
Solo tiene crema de leche y sal.
Todo lo demás es veneno.”

El don se fue con una sonrisa.
El don se fue agradecido.

Me gusta imaginar
Que sus pies y sus riñones también.

© 2024 An Guzmán